Las tres imágenes que siguen, entre otras muchas más, del aragonés Luis Pablo Sanz Lafita (1902-1996) pertenecen a la Universidad de Zaragoza. Lo que me lleva a una pequeña reflexión sobre lo público y lo privado
Parece obvio que a las colecciones públicas les corresponde el deber de estar al alcance del público. Por lo que, cada vez que tengo el privilegio de ver piezas públicas en despachos y salas a los que, por lo general, acude muy poco público, me ataca un pequeño hormigueo.
Lo de Sanz Lafita "Rodio", por ejemplo.
Una amplia colección de este dibujante, licenciado en química y en matemática, pertenece a la Universidad de Zaragoza. No recuerdo en este momento los vericuetos que llevaron los dibujos a la universidad aragonesa, pero ahí están. La colección preparada para ser expuesta (como ocurrió en 2001 en el Museo de Larrés), cuelga en diversos espacios universitarios, algunos no demasiado públicos, y en uno de ellos he robado con el móvil las imágenes que traigo.
Es una pena que la universidad aragonesa no disponga de una sala de exposición permanente en la que se pudiera disfrutar del notable patrimonio artístico que ha ido acumulando con el paso de los siglos. En su conjunto, o por entregas. Algunos de los retratos de los rectores, por ejemplo, merecerían poder ser disfrutados por todos.
Fernando Alvira Banzo (AACA)
